Para escribir con claridad no hay más que empezar pensando con claridad. Pregúntese
Sea directo e interesante. Tenga siempre en cuenta a las personas a las que se dirige, que no son solo su jefe o el revisor de sus traducciones, sino sobre todo los usuarios fi nales. Al igual que usted, ellos también tienen prisa. ¿Quiénes son? ¿Qué es lo que ya saben? ¿Qué es lo que tendría que explicarles?
Al empezar. Si su plan incluye un resumen, empiece por el
resumen: ¡tal vez podría ser sufi ciente! Colóquelo
al principio, ya que eso es lo primero (y a veces lo
único) que lee la gente.
El valor de un documento no aumenta con su longitud. Sus lectores no le van a respetar más porque escriba veinte páginas en lugar de diez, sobre todo si se dan cuenta de que con diez páginas le habría bastado para escribir todo lo que tenía que decir. Su reacción puede ser más bien negativa por haberles hecho gastar más tiempo del necesario.
Tal vez deba redactar (o mejorar) un texto que contiene un gran número de hechos e ideas. Aquí tiene algunas maneras de desenmarañar la información para que los lectores puedan comprender cada frase a la primera.
Una forma sencilla para escribir con claridad es cambiar...
Los mensajes concretos son claros; el lenguaje abstracto puede resultar confuso y enojoso. Un exceso de lenguaje abstracto puede incluso sugerir a su lector que usted no conoce bien el tema de que está hablando o que sus motivos para escribir no son claros.
Otra manera fácil de escribir con claridad es usar verbos en voz activa («el presidente inauguró la sesión») mejor que en pasiva («la sesión fue inaugurada por el presidente»).
Evite los falsos amigos. Los falsos amigos son palabras de distintas lenguas que tienen un gran parecido pero que no signifi can lo mismo.
Utilice el corrector ortográfi c o y gramatical, pero tenga en cuenta que no detecta todos los errores.
© Unión Europea, 2013