Tanto si nuestro nivel es bajo como si es avanzado, siempre hay cosas que podemos hacer (además de asistir a los cursos de idiomas) para mejorar en el aprendizaje de un idioma. A continuación presentamos algunos consejos y recursos útiles, sacados de la experiencia de los profesores y de otros alumnos.
Elegir el enfoque. Hay muchísimos métodos y planteamientos distintos de aprendizaje: asistir a clases en aula, cursos de estudio autónomo, cursos por teléfono, cursos de inmersión en el extranjero, aprendizaje virtual, etc. Cada cual debe elegir la combinación que mejor se adapte a su situación.
Hablar idiomas está rodeado de una especie de aura de genialidad. Pero el plurilingüismo no es exclusivo de los académicos y los lingüistas estudiosos; hay muchos personajes famosos de Europa que hablan idiomas.
Aprender otra lengua, igual que aprender música, exige esfuerzo, pero resulta enormemente gratificante, y el viaje puede ser igual de entretenido que la llegada, como cualquiera que se haya embarcado en esta aventura podrá confirmar.
Algunas personas aprenden un idioma por motivos eminentemente prácticos. «He aprendido francés por motivos estrictamente profesionales y como medio de comunicación con los habitantes del país donde resido», explica Angel, un especialista informático búlgaro que vive en Bélgica.
Las personas que aún no se han embarcado en la aventura de aprender un idioma extranjero pueden sentir preocupación o temor, como quien mira el mar sin saber nadar. Pero estudiar un idioma se parece a aprender a nadar: resulta sorprendentemente fluido una vez que se salta al agua por primera vez.
Muchas personas son reacias a aprender idiomas porque tienen la sensación de que van a tardar años en aprenderse todo el vocabulario y la gramática. Sin embargo, la evidencia sugiere que, con el enfoque y la motivación apropiados, la mayoría de las personas son capaces de conseguir, como mínimo, un dominio básico de un idioma extranjero.
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