4. El idioma de las oportunidades
Aprender otra lengua, igual que aprender música, exige esfuerzo, pero resulta enormemente gratificante, y el viaje puede ser igual de entretenido que la llegada, como cualquiera que se haya embarcado en esta aventura podrá confirmar.
«Para mí, aprender un idioma significa
comunicarse con personas de otras partes
del mundo y con otras culturas, lo que
es muy importante porque me apasiona
viajar», afirma Celia, una española que
habla cuatro idiomas. «Me encantan los
idiomas, aunque a veces resulta un poco
frustrante ver cuantísimo falta por aprender
aunque domines bastante el idioma».
Además, las profesiones relacionadas
con los idiomas, incluidas la traducción
y la interpretación, representan
buenas opciones de trabajo en toda
la UE. Los lingüistas pueden desarrollar
sus carreras profesionales en
muy diversos sectores, como el turismo,
las editoriales o las organizaciones
y empresas multinacionales.
Conocer un idioma puede ayudar a descubrir
una cultura y una sociedad extranjeras.
Conocer un idioma extranjero puede
aportarnos precisamente esos ojos,
porque permite hablar con la gente
en su propia lengua y obtener conocimientos
de primera mano sobre la
cultura y la literatura de un lugar.
En realidad, un nuevo idioma puede considerarse
la tierra verbal de las oportunidades.
En palabras del psicolingüista Frank
Smith: «Un solo idioma nos coloca en
un pasillo para toda la vida. Dos idiomas
abren todas las puertas del recorrido».
Profundizar en el entendimiento
El conocimiento de idiomas extranjeros
constituye un medio importante para
el entendimiento entre los pueblos de
distintas sociedades. A medida que el
mundo se reduce a esta aldea global y
se amplía hasta convertirse en la comunidad internacional de la Humanidad, la
necesidad de diálogo y entendimiento
interculturales es cada vez más acuciante.
Pero, como afirma el estadista Nelson
Mandela, símbolo de la lucha por la libertad, no basta con desarrollar una
sola lengua franca: «Si hablas a una
persona en un idioma que entiende,
le llega a la mente. Si le hablas en su
propio idioma, le llega al corazón».
«Aquél que no sabe ningún idioma
extranjero, no sabe nada del suyo»
Maximen und Reflexionen IV 237:
Wer fremde Sprachen nicht kennt, weiß nichts von seiner eigenen.
Johann Wolfgang von Goethe
Perfección escrita
Algunas personas alcanzan tal dominio de la otra lengua que son
capaces de escribir en ella. Uno de los ejemplos más conocidos de
esto es Joseph Conrad, un escritor polaco considerado por muchos
uno de los mejores novelistas en lengua inglesa de todos los
tiempos. Este logro cobra aún si cabe más importancia si tenemos
en cuenta que Conrad no aprendió inglés hasta bien pasados los
veinte años, durante sus viajes con la marina mercante británica.
Otros escritores plurilingües son el novelista checofrancés
Milan Kundera, que revisa personalmente las traducciones
al francés de sus libros, o el escritor rusoamericano
Vladimir Nabokov, que redactó sus nueve primeras
novelas en ruso antes que de su pluma salieran algunos
de los mejores clásicos modernos en lengua inglesa.
Un ejemplo contemporáneo es Vassilis Alexakis, que escribe
en francés y griego. En 2007 recibió el «Grand prix du roman de
l’Académie Française», uno de los premios literarios más prestigiosos
de Francia. Una de sus obras más famosas, Les mots étrangers
(Las palabras extranjeras) relata un viaje cultural y lingüístico a
través de Francia, Grecia y la República Centroafricana, donde el
narrador decide aprender el idioma principal del país, el sango.
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