1. Consejos

Tanto si nuestro nivel es bajo como si es avanzado, siempre hay cosas que podemos hacer (además de asistir a los cursos de idiomas) para mejorar en el aprendizaje de un idioma. A continuación presentamos algunos consejos y recursos útiles, sacados de la experiencia de los profesores y de otros alumnos.

  • «La práctica hace al maestro» es un viejo refrán que no ha perdido ninguna vigencia. Un idioma no aparece por arte de magia, se consigue con muchísima práctica. «Practicar, practicar y practicar», aconseja Sandra, de Francia. «No me solté hasta que empecé a usar el idioma en mi vida cotidiana».

  • No avergonzarse. Muchas personas, y cuanto más mayores son, son reacias a practicar un idioma extranjero porque les da vergüenza o les preocupa equivocarse. «La gente no se va a reír de ti si te equivocas», asegura Simon, un directivo británico, a sus compañeros. «Les encantará e impresionará lo que sí sabes, aunque todavía no sea mucho».

  • Divertirse y disfrutar de la experiencia. Si lo enfocamos como una tarea aburrida y tediosa, el estudio del idioma no será eficaz y la motivación disminuirá. Hay montones de recursos a nuestra disposición para aportar el elemento de la diversión al proceso de aprendizaje. «No hay que tomarse el aprendizaje del idioma como un fastidio, sino disfrutar con ello», sugiere Cristina, una consultora italiana.

  • Personalizar la experiencia de aprendizaje. Cada uno aprende de manera diferente, así que lo mejor es experimentar hasta encontrar lo que mejor funciona a cada uno. El aprendizaje del idioma debe planificarse de modo que se adapte a nosotros y a nuestra rutina diaria.

  • Utilizar el idioma con regularidad. Igual que ocurre con el coche, si no sacamos al idioma a pasear con regularidad se vuelve remolón y se oxida.

  • Hay que ser realista. No podemos intentar aprenderlo todo de golpe. Debemos establecernos objetivos claros y realistas.

  • No podemos guiarnos por el pasado. Algunas personas creen que como no consiguieron aprender un idioma en la escuela, no podrán hacerlo en otro momento de su vida. Sin embargo, hay muchas personas a quienes no se les dio bien en el colegio que aprenden un idioma cuando se hacen mayores, gracias, por un lado, a los métodos modernos, que son más divertidos y eficaces, y a que, además, están más motivados para aprender.

  • Nuevas formas de pensar. Aprender un idioma también conlleva aprender a comprender otras maneras de pensar y de hacer las cosas.

  • Lo mejor es la inmersión. Conviene exponerse al idioma aprendido lo más posible.


Gimnasia mental

Existe la creencia popular de que aprender varios idiomas abarrota la mente. Sin embargo, la evidencia sugiere que cuantos más idiomas aprendemos, más fácil resulta aprender otros. «Saber más de un idioma ayuda. Te da un poco de ventaja para adaptarte, y resulta algo más fácil pronunciar algunas palabras y sonidos de vocales» opina el actor americano-danés Viggo Mortensen.

Los lingüistas también han descubierto que saber más de un idioma puede ayudar a las personas en otras áreas, como fortalecer su capacidad de razonamiento y ayudarles a rendir mejor en el ámbito académico. Por ejemplo, los investigadores han descubierto que los niños bilingües son mejores resolviendo problemas que incluyen información engañosa.

Hay otras ventajas del aprendizaje de idiomas, según los famosos que lo defienden. John Cleese, el cómico británico perteneciente al grupo Monty Python, está convencido de que «aprender un idioma fortalece y flexibiliza la mente. Utilizarlo en la práctica aporta una experiencia del mundo totalmente nueva».

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